La gente de mi generación de hemos visto (aún) ningún hombre, ni mujer, dar ningún primer paso en un nuevo planeta o satélite del espacio exterior. Lo que sí hemos visto, de momento, es cómo una marca comercial daba un salto estratosférico en lo que el patrocinio y el contenido branderizado se trata.
Se cumplen casi 4 semanas desde la hazaña de Félix Baumgartner, tirándose desde más de 39 km de altura, alcanzando velocidades de 1.300 km/h. Y es que el salto no sólo lo hizo Félix sino la marca que creyó en su proyecto y le acompañó hasta los confines del espacio, por un consumidor de la bebida en cuestión. Las búsquedas en Google entre el sujeto y la marca fueron casi parejas, hecho que indica la notoriedad del evento y el interés en la búsqueda de información acerca de ambos.
También, y a nivel de curiosidad, me gusta que la región del mundo entero donde suscitó más interés el nombre de Felix Baumgartner fue en su propio país más que ninguno: Austria.
Aquí también dejo el spot, uno de los que que creo más inspiradores, como muestra -y complemento- del buen trabajo del equipo de comunicación de Red Bull.