Hace ya bastante tiempo que creo necesario una certificación de identidad digital. Internet es libre y así debe continuar, pero la libertad tiene que ir ligada al respeto. Un respeto que veo franqueado demasiadas veces por usuarios que toman fuerza tras un nick o alias, y expresan sus opiniones e inquietudes, repito: de forma legítima, pero ocultando su identidad con otra completamente falsa.
La manera de hacerlo no sería más complicada que la de determinar qué órgano tiene la potestad de certificar esa identidad, sea gubernamental, privada o institucional. Una vez obtenida dicha identidad, todas la plataformas colaborativas online deberían exigir su uso para participar en blogs, foros, webs, registros, comunidades, redes sociales, etc.
No sé si nunca llegaré a verlo, pero si fuese así, quizá nos ahorraríamos de ver insultos, descalificaciones personales, comentarios ofensivos y toda clase de improperios que no aportan absolutamente nada, más que perjudicar la reputación online del destinatario. Y quedándome finalmente en la epidermicidad de estos comentarios destructivos (y sin entrar más allá en la calidad humana del emisor), se publican en un 90% en un marco caracterizado por el impulso, la rabia, ira o enfado; ignorando por completo que una vez pasada esta fase, el texto publicado (el ataque) continuará visible en internet 24h/día, 365 días/año, en las búsquedas de miles de usuarios que necesiten encontrar información sobre un criterio relacionado con el/la insultado/a.
(photo by geoshooter)