Acabado el período de verano, debo confesar que ha sido muy especial para mi por tratarse del primer año en compañía del nuevo miembro familiar, que ya cuenta con 7 meses! Siete meses de vida y se le descubren ya unas trazas suficientemente marcadas como para que a buen entendedor, pocas palabras le basten…
Al haber podido pasar más tiempo con él estos días, he podido observarle comportamientos y reacciones e interaccionar, y he aprendido (sin experiencia previa, por su corta edad 😉 , unos principios (nunca mejor dicho ;-)) que comparto al 100%.
- Vale la pena construir aunque luego se vaya al carajo. El placer de ver algo terminado no tiene igual. La vida es efímera en sí misma. No puede prenderse que todo dure para siempre.
- Quien persevera, gana! Lo intenta, y vuelve, y no se cansa hasta que consigue poner ese bloque de plástico donde desea. Lo ha conseguido! Después de un buen rato… su cara de satisfacción no tiene precio…
- Invertir bien el tiempo, da doble fruto: para uno mismo y para los demás. Saber en qué pasar tu tiempo escaso será clave para conseguir más y mejores momentos de felicidad.
- Para llegar donde quieres, puede que alguien tenga que ayudarte. Para conseguir objetivos, no despreciar nunca la ayuda de los demás, incluso es bueno pedirla cuando se requiera. Cumplirá más objetivos y mejor.
- No subestimar nunca la mentalidad de un/a niño/a. Te sorprenderá. Su mente aún es virgen de vicios, prejuicios, metodologías, modales y culturas. Cuánto podemos aprender de ese estado sin normas sociales!
- No todos los ‘problemas’ tienen las mismas soluciones. Aunque te entestes en poner un cubo encima del otro porque es tal y como deben ponerse, pueden disponerse de otras formas… Si se plantea diferente, se obtendrá un producto distinto.
- Por más interesante que sea la actividad que se lleve entre manos, nunca saltarse las principales comidas del día! El niño/a es implacable en eso, y nosotros también deberíamos. El alimento a la persona no debería verse substituida por nada, para mantener un buen equilibrio natural.
- Mientras dure la actividad, darlo todo! No escatimar esfuerzos. En ese momento, lo más importante a conseguir el objetivo.
- Demuestra claramente los sentimientos a los demás. Sinceridad y transparencia con uno mismo y con quienes nos rodean.
- Reírse a pecho y sin temor. Es uno de los mejores remedios preventivos y curativos existentes en la naturaleza.
Con los años, debemos intentar desaprender el mínimo de estos conceptos para tener una vida más ‘sencilla’ y con más momentos de felicidad 🙂
Francesc Grau
Obrero de la comunicación 💬 CEO de Chatprise 💡 y autor 📚 de libros, artículos y este humilde blog
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