Hechos ya la primera y segunda parte de estos principios, cerraré la trilogía con este último a modo de conclusión, con información nueva y complementaria a los dos anteriores.
A día de hoy, estar en internet no lo escogemos. Estamos en él queramos o no, por el propio hecho de ejercer nuestra actividad personal o profesional (fuera de la red).
No hay que tener miedo a la red, sino respeto, como canal comunicativo fundamental que es. Si su presencia en ella es nula o mínima, es una muy buena oportunidad para sentar los fundamentos de su marca personal, empresarial u organizacional.
Internet te brinda la posibilidad de relacionarse con personas, empresas y organizaciones que sin la red nunca habría podido acceder a ellos, al menos de una forma tan sencilla y directa.
Ten presente que los usuarios van a buscarte (a ti o tu empresa), por tanto, es importante la forma en que va a aparecer ante ellos: en número, en contenido y en posición.