Se acercan las vacaciones de verano y varias personas de mi entorno, como cada año, ya me han preguntado si voy a “desconectar” o “tendré que estar colgado del móvil” permanentemente 🤦🏼♂️
Cuando se habla sobre este tema no puedo evitar tratarlo como otro recurrente: cuando emprendes un proyecto, ¿nunca ‘desconectas’?
Mi opinión es la misma para ambos: NO. Pero no porque esté enfermo de trabajo o enganchado al aparato telefónico, sino porque realmente no necesito curarme ni rehacerme de nada. Creo haber conseguido llegar a un punto de “velocidad de crucero”, tanto para el ámbito del trabajo como emprendedor, como para la dependencia al móvil.
Intento conciliar la vida que sucede entre mi tiempo familiar y con amigos, con el trabajo. Combinándolo con ventanas de tiempo, de la forma en que van apareciendo los sucesos entre los distintos ámbitos. Mis referentes de éxito aquí son conseguir llegar a los objetivos que como persona me hacen feliz con mi seres queridos, y si consigo llegar a los objetivos profesionales que me exige mi trabajo. El puzle horario que haga es cosa mía 😊
Con la dependencia al móvil, igual: no tengo por qué “desconectar” si no hago un abuso que vaya en contra mi persona o en contra los que me rodean. Mientras encuentre los huecos para ir atendiendo los whatsapps, llamadas, emails, tuits, privados de Linkedin, notificaciones importantes, interacciones en varias de apps que uso: Trello, Pivotal, etc. puedo integrar estas comunicaciones en mi día-a-día.
Con el móvil sí hago un esfuerzo importante en discriminar positivamente los encuentros personales con gente, amigos y familiares. Es evidente que el chisme te arrastraría hasta el infinito y más allá, pero intento minimizar los tiempos de exposición de móvil cuando estoy acompañado y maximizar la productividad digital en los tiempos de despacho y trayectos pasivos (tren, bus, taxi..).
¿Y tu, cómo tratas tus tiempos de “vacaciones” con el móvil? 😅 ¿cómo lo consigues?