Como leía la semana pasada, el tercer mayor banco de Hong Kong le fue del canto de un duro de no caer en bancarrota el 23 de setiembre por un solo mensaje de móvil. Empezó a circular un viral sobre la inestabilidad de los fondos de dicha entidad bancaria, y los clientes se concentraron en sus oficinas, unos para pedir explicaciones y otros para retirar sus ahorros.
El banco asegura que no hay motivo de alarma y que todo el alboroto ha sido infundado, a través de un comunicado donde explican los hechos “maliciosos” y informan sobre la sólida situación de la entidad.
Declaraciones de algunos clientes del banco, entrevistados por The New York Times, daban sus razones sobre su reacción: la actual situación de inseguridad económica, sumada a la reciente quiebra del gigante Lehman Brothers, dan como resultado a que un solo SMS haga temblar los cimientos de otro gigante.
(foto by Eric Rice)