Uno de los principales retos que he perseguido en mis años de profesión dedicados a la Comunicación, ha sido siempre conseguir llegar a todas aquellas personas que he podido alcanzar con un mensaje de valor.
Hoy, entre tanta tecnología, podríamos llegar pensar que todo el mundo la maneja con la misma facilidad. Pero no es así. La Transformación digital en las empresas avanza a distintas velocidades y no todos los empelados/as adoptan por igual la herramienta de comunicación interna impuesta.
Si queremos que fluya la comunicación entre compañeros/as, que colaboren, que reciban información relevante y que expresen sus necesidades personales y laborales, en beneficio del rendimiento y su desarrollo personal y laboral, tenemos el deber de ponérselo fácil. De nada sirven las herramientas internas difíciles, con montones de funcionalidades que no se usan y que no se entienden.
¡Vamos a ponérselo fácil y a subir la productividad!