Un día salió, a modo de ejemplo, en una formación ante un grupo de profesionales del sector de la comunicación (offline), y la verdad tengo que decir que fue un acierto sacarlo en ese momento, ya que aclaró un mar de dudas que había planteadas a partir del papel de la reciente (y creciente) figura del Community manager, hoy tan a la orden del día.
Como este ejemplo que le cuento ha ido saliendo en otros contextos y presentaciones, y su aceptación ha sido realmente buena, quiero hacerla extensiva aquí, con usted 🙂
Quienes, por su formación, especialización, dedicación empresarial o enfoque en comunicación tradicional, les sea complejo comprender el cometido del community manager, les sugeriría que empezaran por el concepto de ‘jefe de prensa digital’ (y lo pongo entre comillas, porque se las merece 😉 ), ya que creo que contiene el concepto básico del perfil, aunque con claros y amplios matices. No quiero, ni mucho menos, sinónimos; sino un familiar conceptual próximo para introducir las funciones de esta figura, que empieza a ser indispensable para todas aquellas organizaciones que quieren mantener unos buenos niveles de sostenibilidad económica y relacional dentro y fuera de sus estructuras empresariales, permitiendo el progreso de sus negocios en medio de los actuales entornos altamente sociales y cambiantes.
Este community manager, asemejado aquí como “jefe de prensa digital” (y como purista, soy conocedor de la aberración conceptual que esta asimilación representa 😉 y sólo permisible a corte de ejemplo), será quien asuma las tareas clásicas de relaciones públicas de toda la vida, pero dentro de la red: asegurar la sintonia entre públicos (internos y externos) de la compañía y sus entornos. Sólo así, manteniendo un diálogo continuado, la organización conocerá el pulso social interno y externo (tanto de sus colaboradores, directivos, accionistas, servicios, productos, clientes, proveedores…), como frenar cualquier muestra de crisis online, al mismo tiempo que resolver dudas de cualquier tipo, y aprovechar oportunidades que sólo el crowdsorcing exterior le puede brindar (y sin coste añadido 😉 ).
¿Es que alguien le da más? 🙂