Esta frase que encuentro tan acertada para definir simplemente a una y otra disciplina, aunque me gustaría, no es mía. Corresponde a un profesor de Comunicación en programas de crisis que tuve en la universidad. Cuántas veces le habré recordado!
La yuxtaposición propone a la publicidad como una explosión de creatividad, sentimiento, irreverencia, humor, sensibilidad,… y todo en tan solo 20 segundos de nada. Se puede comunicar todo un universo de producto o de una organización en esa píldora audiovisual placiente, que incluso se han hecho programas enteros dedicados a proyectar spots, concursos nacionales e internacionales de anuncios, y festivales, elevándolos hasta la categoría de crear diversos galardones equivalentes a los Oscar de Hollywood de la especialidad. En la facultad de ciencias de la comunicación, todo el mundo quiere ser creativo.
Y al otro lado, terminando la frase (y la denominación de la licenciatura: Publicidad y Relaciones Públicas), cohabitan las que a la hora de estudiarlas, casi todo el mundo mira con cierto recelo y preguntándose por qué estarán allí, si lo que vende producto son los spots!
Pues hoy, puedo afirmar que mi soledad en la preferencia de aquellas ciencias sociales en relaciones públicas, sus principales autores clásicos, y mi confianza en que aquello sería importante para mi, se ha convertido en una de las claves de la comunicación en internet, y el core (y nunca mejor dicho) de mi trabajo, a través de los medios sociales. Porque la comunicación social es relación entre públicos (internos y externos a las organizaciones), y las claves del éxito están en la targetización y gestión de relaciones en el soporte óptimo para que el intercambio de información sea omnidireccional, y el ROI de todos sea el mayor posible (win-win). Su objectivo no es impresionar en 20”, sinó conseguir relaciones de confianza duraderas entre los distintos públicos que entornan a la organización.
Cada vez más, el mercado es más complejo, y sus normas de competitividad, rendibilidad y sostenibilidad exigen estrategias que tejan unas redes de relaciones y ‘contactos’ más robustas y seguras para hacer frente a fluctuaciones económicas. Cuando más numerosas sean estas redes afines a la empresa/institución, y su calidad en un grado más avanzado, menor será el impacto de las recesiones de ventas en momentos de necesidad, y mayor estabilidad en posibles crisis de imagen, que se puedan generar.