La irrupción del COVID-19 empujó todos los procesos de transformación digital de casi todas las compañías del país. Quien más quien menos ha tenido que vérselas con algún tipo de solución o herramienta de comunicación interna para seguir comunicándose con su equipo de trabajo.
En este sentido ha representado una oportunidad para las organizaciones de acelerar la mejora de sus procesos comunicativos internos. Lo que habría costado años implantar se hizo, o se está haciendo, en meses.
La elección de la herramienta ideal para cada colectivo interno parece fácil, pero no lo es. Y este tema lo aborderemos en otra ocasión. Pero lo que me gustaría resaltar hoy es que con la perspectiva ya de algunos mesos con las herramientas nuevas recién implantadas en muchas compañías ya están dando síntomas de haber equivocado su decisión. Corrieron demasiado. Había que parchear el momento. Salvar el negocio. Comprensible. Pero en muchas organizaciones no se evaluaron bien las necesidades internas y se optó por herramientas que se les supone una fácil adopción, y no la tienen.
En el momento de elegir qué herramienta de comunicación interna necesita tu organización, hay que:
- pensar en quién la va a usar
- y si realmente la va a usar (sea porque le gusta, porque le es útil, porque respeta su privacidad, porque entiende su mecánica, porque considera que tiene más beneficios que perjuicios..)