La sobre-abundancia de información que ya existe en la red (y acabamos de empezar esta era en la que reconocemos al contenido como el rey 😮 ) obliga a adoptar nuevas formas de acceso y filtraje a esta incomesurable cantidad de información potencialmente interesante. En cuando al consumo de blogs, para poner un ejemplo, cada vez más encuentro compañer@s que manifiestan que su único contacto con los contenidos de sus bloggers preferidos es a través de una fuente RSS (aquí se abre el debate paralelo de hasta qué punto es relevante el diseño y la usabilidad de un blog, si lo único que cuenta para una gran mayoría de sus lectores es unicamente su contenido RSSeado externamente hacia un lector).
Hoy, le cuento mi caso. Hace ya unos meses que aposté por explorar el resultado que obtenía triangulando 3 fuentes de información, cada uno a una medida distinta, que creí podía darme una buena combinación. A día de hoy, estoy bastante (tirando a muy) satisfecho del resultado; y su proporción me pone de manifiesto un hecho innegable: instintivamente he preferido las fuentes con quien tengo algún tipo de relación (personal o digital) por encima las que no, aunque, evidentemente, tengo una puerta abierta a la entrada (monitorizada) y conocimiento de nuevas fuentes desconocidas, pero en una medida más acotada.
La fórmula es la siguiente:
- potenciar mis fuentes de información via twitter (no deja de ser un crowdsource filtrado por los intereses de mis contactos)
- moderar mi reader de RSSs (mayoritariamente, el tiempo de lectura es fuera de horas 😉 )
- visitar ‘personalmente’ a los bloggers con quien deseo visitar su ‘hogar digital’ (disfrutando de su personalización y cuidados gráficos)
Con esta combinación consigo aumentar mi calidad de información en tiempo real, ganar tiempo personal, y sobretodo, estrechar un mejor lazo efectivo con aquellas personas que considero insuficiente sólo leerles sus palabras en RSS. Como todas las opciones, exige sacrificios. Esta también los tiene, pero el resultado me satisface más y soy más feliz 🙂
Esta solución me lleva a pensar si el poder de la relación (incuantificable e invalorable) estará más allá de la calidad, la usabilidad y otras cualidades cuantificables… y si fuera así, seguro que cara un futur muy próximo deberemos replantearnos algunos fundamentos de hierro, que damos por sentados y que no lo estan tanto como nos parece…