Uno de los conceptos que propuse en la mesa de Twitter FC, en la CampusParty de Valencia, y que me gustaría dedicar una reflexión individualizada, fue la idea que cada vez que un deportista, un personaje público, una celebrity, (o incluso un periodista) publica un tweet es como si estuviera ofreciendo una rueda de prensa. A bote pronto, quizá le parezca incluso exagerado, pero a mi no me lo parece en absoluto. Cada tweet que publica una cuenta personal de este tipo es información susceptible de ser usada, en su favor o en su contra, rebatida por sus followers –y no followers–, republicada en medios tradicionales y analizada en más tweets, blogs y foros del sector del personaje y demás.
Con esta idea quiero expresar que este tipo de personajes públicos tienen que tomar consciencia previa de cuál es su objetivo en twitter (no estar por estar, como un juego más), y tener mucho cuidado en el momento en que vayan a publicar un tweet con su Blackberry o iPhone. Siguiendo con la comparativa, ¿convocarían una rueda de prensa al salir por la noche con sus amigos? ¿lo harían durante un partido, mientras tiene que estar concentrado?, ¿y durante una reunión importante?
Quizás aún es demasiado pronto para que la eclosión comunicativa que representa para estos personajes públicos se tome con tanta responsabilidad en su uso, como la oportunidad que es para ell@s. Nunca antes una celebrity había podido comunicarse, con tanta facilidad, con una multitud de seguidores desde su móvil, cuando desea y donde quiera, sin intermediario alguno, ni representantes, ni mánagers, ni periodistas. Estos agentes actuaban, también, de moderadores de sus intervenciones (para bien y para mal). Hoy estas funciones les son prescindibles y este sujeto famoso cuenta sólo con su propio autocontrol y cuenta de twitter para contar y relacionarse con quien desee.
Se juegan mucho, se juegan la percepción de su persona (su reputación como individuo y marca), que nunca más podrán cambiar por otra, si se les va de los dedos…