Siempre me ha interesado el hecho de si el hábito hace al monje, o es el monje que en su costumbre diaria de vestir el hábito, le da cierta personalidad propia.
Cito este breve comentario porque guarda cierta relación con la reciente estrenada película del universo Allen, ambientada en Barcelona. ¿Ganará más la ciudad por ser escenario de este solo film? o ¿será por su consolidada cultura mediterránea y atractivo cultural, que seguirá trayendo turistas? Supongo que por ambas cosas de forma complementaria. Incluso una retroalimenta a la otra. A más atractivo cultural, más atractivo para producciones cinematográficas, y luego más curiosidad turística para ver los escenarios usados para estas pelis.
Por este motivo, y comprendiendo el ciclo virtuoso que comporta entrar en esta dinámica cine-turística, proclamo mi querido pueblo natal como escenario cinematográfico para algun director reconocido, para que sitúe su historia en Banyoles, y use su nombre en el título de la película para empujar la capital de la comarca del Pla de l’Estany en los primeros sitios de Google 🙂