Cuando entras en la cultura blog, puedes creer que es un simple stream de información (un chorro de ideas ordenado -cronológicamente-) en formato artículos, comentados, donde hay un editor (autor o “publicador”) y varios comentaristas. También podrías llegar a pensar, siendo un romántico de la cultura 2.0, que es el paraíso del libre albedrío y que todo fluye como el agua, con total libertad, e incluso, con cierta aleatoriedad. Evidentemente, no es así (o no debería).
Adentrándonos en la arquitectura funcional de un blog, es curioso ver el cauce que sigue la información publicada, y la forma física que toma esta plataforma en relación a los siguientes aspectos:
- aunque no se quiera, la interaccion es imponentemente jerárquica – la publicación inicial de un artículo y los consiguientes comentarios que pueda generar, manifiestan una estructura claramente vertical e irrompible. No tendría sentido comentar un post bajo otro, si no tuviera relación con el primero. Pero aún si tiene que hacer referencia a un segundo, tiene que estar forzosamente bajo el primero, no siendo visible por el segundo (excepto si referenciamos con un link hacia él, lanzándole el trackback).
- el blog marca la agenda-setting del discurso corporativo. La jerarquización de esta disposición verticalizada de la información hace que se hable unitariamente de un tema, marcado por el post publicado en cada momento. La estructura de la plataforma no permite una visualización total de los contenidos sino que lo hace a través de artículos que invitan a tratar un solo tema en cada una de sus publicaciones. De esta forma, se conduce –corporativamente, para el emisor– el discurso hacia donde la organización más le conviene, marcando un calendario de temas estructurados a sus necesidades contextuales
- el blog es un caos informacional, ordenado cronologicamente. Si bien la plataforma blog-tipo discurre en órden cronológico (los posts se publican concatenando uno tras otro), quizá el órden temporal sea la opción menos mala dentro de las posibles. Cabe pensar que existirían más opciones de ordenación, acceso y visualización de la información, e incluso en cuanto a su usabilidad y experiencia de usuario dentro este entorno; pero en su día se optó por el cronológico. Quizá en este aspecto veamos en un futuro (no muy lejano) nuevos diseños blog que mejoren las funcionalidades actuales que, sin duda, afectan para bien o para mal a la interacción y relación entre usuarios.