El fenómeno de las páginas (y grupos) en Facebook que publican información anónima, en el entorno universitario, mandada por estudiantes a una dirección de email identificada como administradora de la página, están creciendo en volumen y número.
Más allá de publicar informaciones personales, sobre compañeros de la misma facultad o de otras, o rumores o comentarios sobre profesores, están siendo muros de acoso y bulling descontrolados hacia personas con total indefensión, ante un espacio público donde aparecen nombrados con informaciones ciertas o falsas de toda índole.
Publicar con absoluta libertad un calificativo, más o menos definitorio, sobre una persona u organización, en un ámbito público y totalmente accesible no es nuevo. Me remonto a mayo de 2011 donde precisamente hablaba del “etiquetaje personal” que permite Twitter a través del uso de listas nombradas con calificativos, más o menos ‘correctos’. En esta ocasión no es estrictamente un “etiquetaje” pero sí una alusión directa a una persona desde un anónimo.
Sin duda, no es un caso poco complejo, ya que unos pocos de estos Informers sus administradores se han dado a conocer, pero la gran mayoría no se conoce quién o quiénes reciben los correos mandados por los estudiantes para que se les publique en la página, en formato anónimo.
Tener en cuenta que:
- este fenómeno empieza por la universidad pero se extenderá en otros ámbitos: el trabajo, por ciudades, incluso puede que por países..
- no es más que una evolución de la propia cultura de libertad incondicional que proporciona Internet. Venimos del fenómeno de la apertura de perfiles falsos en cualquier sitio social, o del mismo Wikileaks.. vendrán más
- Facebook es la red social por excelencia actualmente, y puede que sea el sitio donde poder publicar información de forma más fácil y rápida posible. Se publicará información sensible en más sitios. De hecho ya se ha extendido en una app llamada Gossip, que cuenta con más de 26.000 usuarios, y alguna que otra cuenta en Twitter..
- las informaciones publicadas no tienen, ni tienen que tener seriedad alguna. La mayoría son absolutos rumores o falsedades para entretener al emisor y sus lectores (perjudicando a una víctima). Los rumores interesan por su ínfima posibilidad de poder ser verdad. Esto entretiene y vende
- en un momento futuro, en el que este tipo de sitios incluso se hayan profesionalizado, los administradores de estas páginas u aplicaciones, concentrarán un gran poder: conocer las fuentes de las informaciones y contar sus lectores por miles. Podrán monetizar, incluso ganarse la vida
- veremos el papel que juega aquí las autoridades y leyes estatales e internacionales. También los espacios donde se alberga la página, como Facebook, se les exigirá el papel de propietarios y tendrán que intervenir en estos tablones
Actualización de enlaces de seguimiento..
[13-02-14] Un padre monta una plataforma contra Gossip con 250 adhesiones en pocos días en LaVanguardia