El fenómeno Klout empieza a hacerse notar. Hay clientes, empresas, organizaciones, personas que comienzan a preocuparse (con cierto caracter de urgencia..) en aumentar uno de los índices sociales que en breve dará que hablar. Klout se está estandarizando como referente como rankeador de influencia individual en la red. Individual entendido como individuo digital: persona o cualquier organismo con una identidad digital compuesta por uno o más perfiles en espacios sociales. Y es que ante la enorme dispersión de información y presencia de marcas en tan variopinta web social en que estamos, acudir a un solo sitio y que te dé un dato absoluto sobre alguien, ‘contextualizable’ al conjunto del universo online, la verdad: más allá de egos personales y corporativos, tiene atractivo. Sea para los que necesitan encontrar (o simplemente informarse) de qué perfiles mantienen unas ciertas actitudes en relación a los demás: lideraje, difusión, conectores…, información sobre identidad digital clasificada por los temas sobre los que más publica un sujeto (dime sobre qué twitteas y te diré a qué te dedicas ;-)) o una propuesta de medición de representatividad dentro del ecosistema digital.

Existen otros competidores como PeerIndex o Kred.ly que aplicarán otros algoritmos de cálculo de un ránking, más o menos acertado o cercano a una idea de quién es quien en el universo online. Como el algoritmo de Google, o la fórmula de la Coca-Cola, los factores que componen el producto final identitario son secretos y generan desajustes importantes. Medir/pesar quién es una persona, marca, empresa u organización no es nada fácil, teniendo en cuenta la innumerable cantidad de factores humanos que les afectan y se escapan a la matemática: percepciones, sensaciones, apatías, feelings, cariños, rencores, filias o fobias (para nombrar algunas).

Hace 1 año, aquí ya hablábamos sobre la importancia del etiquetaje personal y las repercusiones sobre la reputación que iba a poder tener. De momento va cumpliéndose una cierta hoja de ruta en el evolutivo de nuestra vida en paralelo a lo digital. La dimensión online de nuestras vidas va abriéndose camino, y seguirá una tendencia parecida a nuestra realidad tradicional, aunque su crecimiento y evolución exponencial la llevará mucho más allá de lo que nuestra realidad actual representa hoy para nosotros. Accederemos (todos) a un tipo de información que hasta ahora había residido sólo en trepidantes guiones cinematográficos de ficción:

  • índices cuyo resultado tiene la importancia que el interpretador quiera darle
  • posiciones de lideraje frente a otros
  • ránkings de reconocimiento social
  • listas de influenciadores en ámbitos determinados y concretos [link en catalán]
  • individuos destacados en cada tema nicho imaginable
  • mejores y peores considerados ante los demás o ciertos colectivos específico
  • individuos más y menos valorados, estimando valores de comportamiento y opinión de terceros, ante ciertas temáticas
  • identificación de generadores y seguidores de actividad online

Y otras que se sumarán y que ahora mismo ni se nos ocurren..

Ante un indicador de esta naturaleza, y con un potencial de credibilidad aún medio/medio-bajo por su poca trayectoria y opacidad en el manejo de su fórmula de ponderación de factores intervinientes, comparto 2 ideas al respecto:

  • aun ser un ferviente defensor de que nuestra vida (online y offline) es única (no hay 2, son 2 dimensiones en una misma), y que somos la misma persona dentro que fuera de la red, aún no es así para muchos. No hay suficiente perspectiva para mantener ciertas verdades ni simulaciones a medio-largo plazo. Cuando más tiempo pase conviviendo con las dos dimensiones (online y offline) hibridadas para tod@s, las identidades y comportamientos tendirán a la normalización y a la auténtica realidad de cada un@. También es cierto, que aunque online y offline sean 2 dimensiones de un mismo todo, pueden no coincidir una con la otra. La percepción final será la que el receptor extraiga sumando ambas (si conoce personal y digitalmente al individuo/marca) o quedándose con la distorsión de la que única que conozca
  • estos sistema de simplificación de ti en un solo número matemático, les reservo un sitio muy determinado en mi escala de preferencias a la hora de tomar decisiones importantes, aunque sí es verdad que a medida que vayan perfeccionándose (acomplejándose en sus algoritmos) y sean merecedores de mayor confianza, se la iremos dando…

[photo de victoriapekham]

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Francesc Grau

Obrero de la comunicación 💬 CEO de Chatforce.tech 💡 y autor 📚 de libros, artículos y este humilde blog

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