No sé usted, pero en lo que va de año, he llegado (o me han llegado 😉 ) varias notícias que hablan sobre ofertas de ensueño, sobre el trabajo de tu vida. Son ofertas –más o menos– atrevidas que buscan a un relator de experiencias para que cuente lo que ve, lo que siente, lo que vive a su comunidad, a su micro-audiencia (o no tan micro), o directamente, a todo internet! Y pasa esto ahora, y hoy, porque estamos delante un nuevo escenario al que nunca antes habíamos asistido: al espectaculo de la vida misma, relatada por nosotros 🙂 , donde la materia prima son la experiencias individuales o colectivas, y el canal para contarlo son los medios sociales.
Los tres ofertas experienciales que más me han gustado son:
- ser cuidador y blogger de una isla tropical en Australia (Hamilton, Queensland), donde se ofrece un sueldo de US€100.000 para su perceptor
- la recientemente desaparecida (en España) Pizza Hut anunciaba en abril el proceso de selección de una persona que haría las tareas de twiteo corporativo de verano en la compañía, detallando que iba a ser ”el periodista en medios sociales de la organización para contar en 140 caracteres la vida de la empresa”. Esta oferta se publicó en el NYTimes
- en Dooplan buscan un juerguista profesional que asista a todos los saraos habidos y por haber, con todos los gastos pagados (entradas a conciertos, eventos, locales, exposiciones, cine y fiestas varias) y, a demás, con un sueldo de 1.000€ para los tres meses de la movida
- la agencia especial NASA abrirá una candidatura para la aceptación de propuestas de twiteros que quieran estar presentes y twitear el próximo despegue de una nave espacial. Aún no se han dado muchos detalles, pero el trabajo promete ser de lo más espectacular
Como vemos, todas estas acciones de relaciones públicas responden al viejo patrón –actualizado– de buscar quien puede contar una experiencia concreta (líderes de opinión, periodistas) a sus públicos, de una manera llana, simple, sencilla (que conecte con la comunidad) buscando la visibilidad y notoriedad de la marca a través de fans (amigos, followers, readers), sea de la propia marca o de la experiencia-objeto, obteniendo un excelente producto de relaciones win-win: tanto de la marca a los fans, como de los fans hacia sus micro-audiencias, y estas, hacia la marca, cerrando el círulo 🙂
Una vez más, el poder de democratización de los medios sociales se abre camino. Esta vez, invirtiendo en el valor de la experiencia co-vivida, que está recogiendo grandes beneficios.