El reciente caso de la promoción de Burguer King en regalar una hamburguesa Whooper si sacrificabas a 10 de tus amigos en Facebook me hace reflexionar sobre algunos aspectos, más allá de la propia promoción.
1) la cualidad de los ‘amigos’ que tenemos. Si es tan fácil librarnos de ellos, ¿por qué caramba les unimos a nuestro círculo de amistades?
2) la publicidad se come al medio. Esto empieza a ser kafkiano: que se incite a los individuos a realizar acciones no es nada nuevo (sobretodo en positivo), pero que para promocionar un producto se tenga que ejecutar una acción negativa (como es la eliminación de contactos), es un poco el colmo. Y además, se pide que se rompa el sistema de relaciones interpersonales que da la fuerza de la viralidad del medio (en la red social). Algun dia vamos a ver a una marca pidiendo la destrucción total de todo un soporte… (y lo peor es que puede que lo consiga!)
3) el éxito que ha alcanzado la promoción: 82.771 personas eliminaron a 233.906 amigos. El ratio es menos que los 10 que se pedían, pero el número es escandaloso. Fue la propia red social la que ha puesto fin a la aplicación.
4) poner en evidencia la conducta humana, y ver que por una simple hamburguesa somos capaces de hacer cualquier cosa… esto duelo un poco…
Esta ha sido una de las campañas que ha tenido más visibilidad en los medios tradicionales proviniendo de Facebook, y han hecho escribir incluso alguna instancia del Instituto de Empresa. Pero vendrán más. Por la salud mental de todos, espero que estas redes pongan un poco más de ojo en qué clase de aplicaciones entran en su sistema (y sobretodo si afecta a la base de sus principios), y que también los usuarios tengamos un poco menos de alegría en añadirnos en aplicaciones de terceros que pueden acarrear ciertas dudas en cuanto a su privacidad de datos.