Después de unos meses prudenciales, vemos que twitter ha llegado para quedarse. Sus crecimientos sostenidos en el tiempo, con imparables crecimientos del 1.000%, adoptado por millones de personas, miles de empresas, cientos de medios de comunicación (y sus periodistas), decenas de famosos y celebridades, decenas de deportistas, incluso prescrito por uno de los programas más populares de estados unidos presentado por Oprah Winfrey, quien retó a su audiencia para que empujasen al primer perfil twitter de la historia a conseguir los 1,000.000 de followers (hoy, después de un mes, ya va por los 2M). Los candidatos eran el canal de notícias 24h de CNN, la cantante Britney Spears y el actor y novio de Demi Moore, Ashton Kutcher. Lo consiguió Ashton durante el programa de Oprah, quin a su vez, consiguió más de 200.000 followers durante la emisión del show.
Pero el fenómeno de twitter va más allá de todo este estrellato. Esta joven empresa de 10 trabajadores ha llegando también a la conquista de la palabra más nombrada en internet, la que por sus repetidas menciones se convierte en el vocablo más ‘famoso’ en términos de buzz online. Arrebata este duro liderazgo por delante de los más grandes: Google, iPhone o Facebook.
La fuerza de 140 caracteres nunca había sido tanta. De hecho, mi única hipótesis sobre su éxito (fenómeno sin precedentes hasta el momento), su penetración en uso, su aceptación y adopción por tan dispares públicos y perfiles; se basa en la sencillez, en la brevedad, en la humilidad de tan sólo precisar de 140 caracteres en el océano infinito de internet, para compartir historias extraordinarias.
[photo by Medesita]