Mientras avanzamos en el camino de esta nueva internet social, puede que los árboles no nos dejen ver el bosque, o en su defecto, que los blogs no nos dejen ver las webs.
Entiendo como campo base el sitio digital identitario estratégico donde sentar una presencia principal, y desde el que emprender acciones tácticas a otros sitios con finalidades diversas para conseguir objetivos concretos.
A medida que la web se ha acomplejado con la aparición de plataformas variopintas de relación y colaboración entre usuarios, puede haberse dispersado el foco donde tenemos/debemos concentrar nuestros esfuerzos reales (humanos y económicos) en la red.
¿Dónde debo invertir los recursos? ¿en el blog corporativo? ¿el del producto estrella y que lidera el top of mind del sector?, ¿en la web corporativa?, ¿el twitter de marca?, ¿la página en Facebook?..
Si ahora le dijese cualquiera de ellos le estaría engañando.
A la hora de diseñar la estructura sobre cómo debe ser su identidad digital en internet, tomaría el pulso a los factores siguientes:
- personalidad de la compañía VS lo que quiere proyectar VS lo que quiere conseguir. Tendrá que intentarse triangular lo mejor posible lo que realmente es la personalidad de la marca (por ser fieles a la cultura corporativa), con los valores que quieran proyectarse (ser innovadores, ser más o menos atrevidos para liderar sector) para cerrar el círculo con los objetivos que espera conseguir (reflexión o debate pausado, atención al cliente y suport a incidencias, monitorización e intervención a tiempo real, repositorio de contenido)
- tipología de público objetivo. Si es muy digital o poco o nada, su su naturaleza es internacional o nacional, perfil socio-económico, localización de la población en determinados sitios sociales
- tipología de producto/servicio que comercializamos. Si genera muchas incidencias, si por lo general gusta o no, grado de aceptación por parte de los consumidores y usuarios en general (aunque no sean clientes)
- contexto del mercado. Madurez digital del sector concreto en que esté, y estado del universo de competidores
Estos indicadores nos darán unas órdenes de magnitud para dar peso a unos espacios y quitarles a otros. Descubriremos si debemos tener un web corporativo como puro catálogo y basar la presencia entorno a un blog donde publicar contenido con aportaciones de expertos, apoyado por Youtube y Flickr. O bien lo que necesita es centrar un espacio Twitter muy potente de atención al consumidor desde donde distribuir las peticiones entrantes hacia distintos sites temáticos donde explicar ampliamente los contenidos más recurrentes. O quizá lo que tiene que tener es un sólido web corporativo apoyado con un blog donde acercar y desgranar, post a post, las diversas áreas de interés de su negocio, complementado con una página en Facebook junto a la comunidad de su público objetivo.
Todas estas estructuras (y muchísimas más) no son ni buenas ni malas sino se adecuan a las necesidades informativas y relacionales reales de cada empresa, marca u organización.
Sentar sus propios campos base será clave para su identificación como marca, éxito en sus acciones tácticas, y consecución de objetivos estratégicos de crecimiento y desarrollo.
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