En medio del auge por conseguir a cuantos más usuarios sea posible, por parte de las innumerables plataformas de carácter social entreveo una lucha que, a mi humilde modo ver, estos desacerbados crecimientos de popularización de espacios donde publicar y compartir contenidos de toda índole, se disipa de forma cada vez más clara cuál es el objetivo real de todos estos espacios: ser tu puerta de entrada a internet.
Empezó en su día Facebook, Twitter, Google+, Youtube, Flickr, Foursquare.. y hoy son muchísimos más.
Han aumentado el número de sitios que nos llaman a que les actualicemos, a que les publiquemos, a que les subamos contenido; pero el tiempo es el mismo de siempre, los días continúan teniendo 24 horas, y nuestras actividades siguen siendo las mismas de toda la vida. Lo que ha incrementado es la dedicación online a mantener los sitios donde queremos tener presencia digital. Tenemos que alimentar el tiempo real de Twitter, los check-ins de Foursquare, tenemos que actualizar el estado de Facebook para nuestros amigos, o a nuestros contactos en LinkedIn. A la vez que si nos gusta la fotografía, quizá tengamos que subir fotos en Flickr, Picasa, Twitpic o Yfrog, o si somos aficionados al vídeo, publicar en Youtube, Vimeo, Qiq o dalealplay.
Lo que quieren todos es ser tu main stream de entrada de información personal (o profesional) hacia la comunidad concreta del segmento determinado que representan.
Y sólo puede haber uno en cada segmento. En breve, no habrá espacio alguno para un segundo. Uno en el tiempo real. Uno especializado en comunicar dónde eres en aquel momento. Otro para compartir fotografías con tus “amigos”. Otro en comunicarte con tus contactos profesionales. Otro en crear comunidad entre tus colegas de trabajo, otro para publicar una foto del sitio donde estás o las fotos del fin de semana.. no hay más tiempo para actualizar más sitios. Quien consiga quedarse en la puerta de entrada para cada cosa, conseguirá la permanencia, los demás caerán en el camino o tendrán que evolucionar su segmento a otro distinto o más amplio.
Esta carrera depredadora para ser el mejor posicionado está llegando a unos niveles de canibalización y violencia tecnológica tan enormes que se materializa en el gran número de fusiones y adquisiciones de empresas tecnológicas y start-ups de temática social. Las últimas que hemos visto son la adquisición de Instagram por Facebook, y la de Slideshare por LinkedIn. El grande se come al pequeño, y a la vez elimina un actor más del competido abanico de main streams temáticos. Aún queda mucha carne a la parrilla de servicios que usamos a diario, y están al acecho de qué otros pueden integrar para hacerse con un competidor y ampliar el ancho de banda de entrada de usuarios hacia sus arcas de datos. De esto, también hablaremos otro día…
[photo de FinancialTimes]