Hace ya unos años, en los inicios de la profesionalización de los medios sociales, analizábamos si todo el mundo tenía que “estar” en estos medios. Era una reflexión fundamentada en dos criterios: el momento de exploración del entorno digital, y la duda sobre si algunas profesiones ‘especiales’ debían interactuar como unos usuarios más, profesiones como la de profesor, abogado, juez o médico..
Hoy se van despejando esas dudas iniciales. Caminando se hace camino, y los medios sociales digitales han ido calando rápidamente en (casi) todos los estratos sociales y profesionales.
En este post, quiero poner un énfasis especial en el papel digital que están desarrollando concretamente los sanitarios. Un colectivo que, como muchos demás, ha ido aprendiendo y avanzando en la cultura digital a un modo muy científico (prueba y error), invirtiendo muchísimo tiempo tanto dentro de su “horario laboral” como fuera, sacando tiempo para entender la manera cómo internet puede ayudarles a ser mejores y más eficientes en su labor.
Mediante esta inquietud en querer usar las TIC (Tecnología de la Información y Comunicación) aplicadas a la sanidad, vemos cómo entran en los espacios dónde habitan la mayor parte de los internautas sociales, crean redes sociales intraprofesionales para la mejora de la atención al paciente, incluso en contra de los arquetipos clásicos de su profesión. Incluso hay quienes han dejado hace tiempo la etapa más exploratoria para lanzarse a la escucha activa y plena acción, dejando atrás motivos por no hacerlo 🙂