De tanto en cuanto, me gusta revisar los principios que motivan nuestras actuaciones, a modo de reafirmamiento en lo que hacemos y de reajuste en caso que sea necesario.
Esta vez lo haré en ‘voz alta’ y compartiéndolo contigo.
Vengo de trabajar en campañas de comunicación y relaciones públicas offline. La labor de cuidar los flujos informativos del interior de una empresa u organización, y los de su entorno no es tarea fácil ni se puede ningunear, y aún más en el complejo momento que estamos viviendo. Las relaciones con trabajadores, equipos directivos, accionistas, clientes y proveedores, periodistas, líderes de opinión, etc., requieren de un cuidado individualizado para cada uno de ellos ofreciendo y pidiendo unos paquetes informativos distintos y adaptados para cada una de sus necesidades concretas (no le vamos a enviar la nota de prensa que le enviaríamos a un periodista a un accionista, ni un comunicado a un cliente).
Pero como esta complejidad no era suficiente, se nos abrieron las puertas a un nuevo mundo virtual: internet, en el que, de nuevo, se desplegaban nuevas posibilidades de comunicación -y relación- con todos -o la mayoría- de los públicos ya existentes. Sí, es cierto que nos facilita mucho una parte del trabajo, pero hay que ser consciente del submundo que también representa: nuevos públicos, nuevas necesidades informativas, nuevas formas de relación con los mismos agentes…
De aquí que mi entusiasmo y orientación profesional me llevara a emprender este espacio, donde intento hablar y aportar esta nueva mirada 2.0 que, a mi modo de entender las relaciones humanas, hay que transportar también -y de igual forma- a la red.
[to be continued]