El efecto de flujo informativo “in-out de medios” en internet

Ya hace algún tiempo que los medios tradicionales se nutren de contenidos de dentro de
Es el caso que esta semana citaba el propio

Ya hace algún tiempo que los medios tradicionales se nutren de contenidos de dentro de
Es el caso que esta semana citaba el propio

Si la semana pasada reseñaba lo que a vista de Google se divisaba, hoy, otro ejemplo que me ha gustado encontrar. GreenPeace ofrece la posibilidad de foto-denunciar online los abusos medioambientales que te encuentres. Basta con subir una fotografía del lugar y geolocalizarla con GoogleMaps. Lo que me queda por verificar del todo es si un ciudadano de a pie conoce suficientemente la ley como para denunciar públicamente un hecho; ya que después de publicar en internet el supuesto “delito medioambiental”, el “supuesto-delincuente” queda ya tachado como tal… no sé, habrá que ver un poco más hacia dónde nos lleva esta tendencia del “periodismo ciudadano” y sus derivados.
Un usuario argentino solicita la baja de los servicios de su proveedor de teléfono fijo, y registra las llamadas para luego colgar en YouTube. En sus diferentes vídeos (llamadas) atrae a otras personas que también se encuentran en su misma situación, o que comprenden el estado de desesperación que vive después de llamar 18 veces (según este usuario asegura) y obtener la misma respuesta.
Por lo que parece, la compañía le tiene en cola, y realmente sólo hace que aumente la popularidad online del pobre individuo que ya roza la desesperación.

Este apunte es una de esas muestras en que te das cuenta del potencial de denuncia que tiene la red y sus herramientas que habitan en ella.

Este febrero dejó de emitirse por Tele5 (España) el famoso programa de tardes Aquí hay tomate, con audiencias de hasta 2,5 millones de personas. Dejando de lado las críticas que recibió la productora, por el tipo de información (y persecución) que se hacía de los personajes por parte del programa, me interesa el hecho de su migración a la red.
El caso es que la emisora cierra su emisión en TV y anuncia su exportación hacia internet, en una versión completamente online. Será interesante ver cómo se convierte y sobrevive en un medio tan distinto, habitado por unos aborígenes digitales con perfiles completamente desiguales a sus antiguos televidentes. ¿Podrá tener éxito? Evidentemente podrá, pero habrá que ver cómo se mueve entre servidores (y bastidores) y buzzers.

Estos últimos días, en España, hemos asistido al espectáculo mediático que representan las campañas electorales presidenciales. Como consultor en online crisis, me interesa en especial el tratamiento que se da a la información, su gestión y resultados, en tanto que sus procedimientos son extremadamente parejos.
Una crisis, tal i como
constitución del comité de crisis (grupo de campaña)
programación para la difusión de materiales en los tiempos precisos para su publicación (ejes de campaña, mensajes clave, publicidades)
elaboración de materiales informativos/paliativos (anuncios, comunicados, declaraciones, argumentario)
contactos con públicos de interés
internos (militantes)
externos (periodistas, líderes de opinión, simpatizantes)
aprovechamiento de todos los canales de comunicación
offline (mítines, encuentros, paseos, medios de comunicación)
online (redes sociales, websites de partidos y microwebsites de campaña, blogs, YouTube, Twitter, virales)
procedimientos de gestión de la información
reuniones diarias y continuadas del comité (de campaña)
seguimiento exhaustivo de la información publicada en medios tradicionales y online (monitoreo y tracking informativo)
elaboración de contestas de ataques y ofrecimiento de información personalizada a las microaudiencias
emisión de mensajes claros y concisos a la opinión pública
tensión, premura, toma de decisiones, etc.
Y, en definitiva, una oportunidad para renovar la confianza de sus consumidores (electores) y continuar su actividad habitual (seguir en el gobierno).

Cada vez más, vamos tomando consciencia que la red es el universo vivo paralelo a nuestra vida real, dónde sucede lo mismo que fuera, pero dentro del ciberespacio. Lo curioso del caso es que asistimos a sus primeros pasos, los podemos leer, ver i palpar.
Aun hoy, hablando con unos compañeros, comentábamos el éxito de la política comercial del grupo británico RadioHead. Colgaron su nuevo disco en su página web oficial y dejaron que sus fans lo descargaran gratuitamente, sólo pidiendo que la gente dara “la voluntad”. 1.200.000 personas descargaron el disco entero, dejando una media 8 dólares por él. Lo sorprendente es que cuando sacaron el disco físico a la venta en tiendas, el número de álbumes vendidos durante la primera semana fue igual que la suma de las ventas de las primeras semanas de sus 3 anteriores: éxito rotundo.
Esta semana leía que otra banda, menos conocida, había puesta a la venta su nuevo trabajo (editado en edición Ultra-Deluxe) en su página web, a un precio de 300 dólares. Pues ha vendido 2.500 copias en 24 horas.
Yo no soy quien para juzgar nada. Sólo me remito a datos actuales, de bandas que creen en el nuevo mundo que se abre ante ellos, y que intentan hacerse un espacio en él. Tendremos que estar atentos a su evolución y ver qué tendencias son las que se van a imponer en un futuro muy próximo.

Esta semana vimos en España cómo un atentado de la banda terrorista ETA movilizaba a miles de personas, de distintas ciudades, manifestándose en sus localidades “llamados” por herramientas 2.0, básicamente: Twitter. Cuatro años antes, también en un escenario pre-electoral con un macabro balance de muertes a causa de una bomba puesta en el corazón de Madrid, eran los SMS los que concentraron las masas a salir a
Con este caso, vemos cómo las herramientas más simples se convierten en las más potentes para comunicar. Las dos contienen un punto en común (aunque partan de dos tecnologías distintas, móvil e Internet):
Empresas, organizaciones e instituciones no pueden dejar ni de atender al medio, ni dejar de aprovecharlo. ¡Bienvenido/a a una nueva era del sharing information!

Informative resources of this
All these online actions made increase internet dialogs, opinions and commentaries about candidates, their parties, and points of their electoral programs. I’m going to examine closely.

Twitter is a quick communication phenomenon. People from their workplace, Blackberry or mobile phone can publish comments about a moment. What are they doing, thinking or comment anything about their own. One of recurring topics is work. But, be careful with this impulsive communication tool! People can make public all they want without any supervision, everything they want, or have in their head at that moment.