Twitter, como herramienta de publicación de texto instantáneo, es fantástico. Es fresco, espontáneo, directo, sin temores ni rodeos. Sus twits dan informaciones contextuales, y expresan implícitamente estados de ánimo. Se inició con anotaciones y impresiones estrictamente personales, pero al cotidianizarse e integrarse a la vida de los twitteros, éstos publican informaciones de toda índole, incluso íntima (pero no es de eso de lo que quiero hablar 🙂
Quejarse es humano, y como tal, trasciende a la publicación instantánea. Aquí una reacción de un usuario de una operadora telefónica que le niega/retrasa unos simples trámites de liberación de terminal.
La liberalización de la comunicación mediante internet ha supuesto compartir el poder de conocer información de todos, la democratización del acceso y emisión de información, sin que ésta tenga que pasar por el cuello de ampolla -inevitablemente filtrante- de los medios de comunicación. Este hecho supone una gran revolución: todo el mundo es igual ante internet, y cualquier opinión es, de igual forma, escuchada. De ahí que, como todos tenemos acceso a la información de los demás, creo que puede ser uno de los motivos que puede ayudar a la propensión a ser mejores (personas y empresas), aunque sea por el impulso de la presión social a que todo el mundo se entere de qué hacemos mal…
[actualización]
Distintos casos de malas praxis de grandes empresas, y que muchas de ellas han rectificado y disculpado…
- Caso American Express (2006)
- Caso Repsol (2010)
- Caso Inditex (2011)