La Comunicación Interna, primero que la externa
Son muchas la veces que me he encontrado con distintos directivos corporativos, tanto de pequeñas, como medianas y grandes empresas, priorizando los budgets y directrices para la Comunicación Externa de la empresa por delante de la Interna.
Cuando estudiaba Publicidad y Relacions Públicas en la Universidad, la Comunicación Interna era claramente “el hermano pobre” de la Comunicación. Los grandes presupuestos se los llevaban la publicidad (anuncios gráficos en periódicos y revistas, spots televisivos, cuñas radiofónicas..), patrocinios y relación con los diferentes stakeholders que rodean el ecosistema corporativo para intentar alinear los intereses de ambos para conseguir el equilibrio necesario para el progreso de la compañía o entidad.
Me atreviría a admitir que la Comunicación Interna era un reducto en Departamentos de comunicación o Recursos Humanos, incluso de Tecnología, con el objetivo de enviar informaciones unidireccionales, a todos los empleados, o colectivos concretos si era necesario. En ningún caso sistemática ni estratégica.
Me alegra vivir un momento en que esta sección del conjunto de la Comunicación corporativa de una compañía ha escalado a niveles insospechados en muy poco tiempo, y se ha convertido en un departamento propio con profesionales formados exclusivamente para ello, con formación y herramientas orientadas sólo para Comunicación Interna.
Y es que, es de libro primero ordenar dentro de nuestras organizaciones antes que proyectar una imagen desviada que no se ajuste a lo que somos o pretendemos ser.
¿No te parece lógico primero fortalecer los vínculos internos con nuestros propios compañeros, para que el impacto hacia fuera sea mucho mayor, sin fracturas ni incoherencias?