La web 2.0 populariza las relaciones públicas
Es curioso notar las ganas de las empresas en involucrarse en la cultura de los medios sociales. Sobretodo cuando provengo de las relaciones públicas tradicionales, y me resultaba realmente difícil explicar nuestro cometido (en el entorno cortoplacista que nos encontramos). Los medios sociales, hoy, han aproximado el concepto que, desde principios de siglo, los teóricos y los profesionales de esta disciplina (las PR), intentábamos hacer llegar a las organizaciones. Un hecho tan cotidiano como puede ser hoy, el poder abrir un canal de comunicación directa entre los consumidores de un producto y la empresa productora (a través de un blog) habría resultado ser misión imposible para la mayoría de corporaciones hace tan solo unos pocos años. O la inmediatez de diálogo que representa twitter…: impensable!Los profesionales de las relaciones públicas le debemos mucho a la web 2.0. Ha popularizado, democratizado y ayudado a las complejas relaciones entre las empresas/instituciones y sus públicos (consumidores, socios, simpatizantes, usuarios…). Han acelerado un proceso que, de no ser por estos medios sociales, la creciente velocidad de progreso y dinamismo de nuestras corporaciones y organizaciones, en breve, se hubiera encontrado próximo a un cierto colapso. Colapso debido a la tendencia de las empresas a centralizar y verticalizar, tanto procesos como información, llevándolas a la individualización, a la incomprensión, y al fin, a la desaparición 😉 .La comunicación horizontal, ayuda a la ‘descompresión’. Compartir ciertos datos y exponer ciertos problemas propicia la detección de futuros errores, se detectan incorrecciones en el sistema, y se obtienen soluciones perfectamente ajustadas a las necesidades (ya que son los mismos destinatarios quien las proponen). Este proceso bidireccional visualiza cierta descentralización, promueve internamente unos cambios de cultura (necesarios), y horizontaliza la toma de decisiones, provocando un mayor ‘entendimiento’ entre las empresas y sus consumidores. Estamos delante de un modelo de relación win-win ¿No es fantástico? ☺