Estamos oyendo cada vez más de lo que se nos viene encima: la ‘Internet de las cosas’. Compraremos y usaremos gadgets, utensilios, dispositivos y vehículos que serán como ahora nuestro móvil: una unidad ‘inteligente’ conectada a uno (o más) centro(s) neurálgico(s) que nos permitirá una experiencia de uso más cómoda y adecuada al contexto del tiempo real en cada momento.
Pero, como reflexionan Alexis C.Madrigaly y Robinson Mayer en TheAtlantic, “cuando una cosa se conecta a Internet suceden tres cosas: se convierte en inteligente, es hackeable y es algo que usted ya no posee”. Y es algo que dejamos de poseer porque estos dispositivos se desatan del espacio-tiempo. Por un lado, pueden ser violados por manos ajenas (hackers), aún teniéndolo en nuestro propio bolsillo. Recordemos los últimos casos de ‘apropiación indebida’ de fotografías de ámbito privado de distintas celebrities conseguidas por acceder a sus datos privados de su nube. Y por otro, podemos haberlo perdido y el dispositivo se pondrá en contacto con nosotros para darnos su ubicación, esté donde esté (FindMyiPhone y muchas otras apps). Leer mr »
Creo que a estas alturas estamos bastante acostumbrados a ver cómo personajes más o menos famosos, en distintos países, abandonan su presencia en alguna red social, especialmente Twitter.
Hace ya unos meses me estaba dando cuenta, pero fue al leer este articulo en Quartz que me impulso a escribir.
No es nada mundano. Si eres nacido antes de 1985, conoces qué es vivir sin Internet. Con lo bueno y lo malo, los costes y las oportunidades. Cuando la comunicación solo se transmitía vía los “canales tradicionales”, y la gente cuando quería hablarse se llamaba por teléfono, o como más sofisticado, se mandaba SMSs. Nadie publicaba lo que estaba pensando, solo los que admitían en las Cartas al director de los periódicos, ni las fotos de sus vacaciones. Las cartas se mandaban por Correos y las fotos las hacían unos artilugios llamados cámaras fotográficas. Y la privacidad de las personas era algo que no preocupaba a casi nadie..
Pero más allá de todos estos cambios personales, profesionales y sociales, los que pertenecemos a esta última generación que conoció la realidad antes de Internet le tenemos un enorme respeto. Respeto a su poder de conexión, de difusión y de conservación de todo aquello que publicamos o escribimos en cualquier web o aplicación móvil que usamos. Un respeto que espero nunca deje de tener y que sepa transmitir a mis hijos, quienes ya a muy temprana edad no demuestran ninguna restricción ante esa exposición a la mayor red mundial de personas jamás existente.
Napster aparece en 1.999 (aunque no tuitearía hasta 2009) revolucionando inicialmente el mundo de la música. Nadie pensaría sus importantes implicaciones futuras en las estructuras de las grandes industrias y sectores económicos..
Morning Twitterverse! Excited to have our account back where it belongs and join the conversation! What are you listening to today?
La lógica del universo digital que vamos conociendo evoluciona de su forma natural. En el campo de la reputación de las personas (no de empresas ni marcas comerciales), en 2011 hablábamos de un salto importante en este ámbito con la aparición de sitios donde poder ‘etiquetar’ a personas y publicar comentarios sobre ellas en sitios públicos.
Inicialmente se valieron de los datos almacenados en las redes sociales más populares. Conocimos Honestly, BranchOut, Endorse o Talentag, tirando de los datos de Facebook, Twitter y LinkedIn. En concreto ese mismo año, LinkedIn cerró inesperadamente CubeDuel, un software que permitía valorar anónimamente a compañeros de trabajo, creando una base de conocimiento sobre trabajadores y sus perfiles laborales de la mano de sus compañeros. El sitio viralizó como la pólvora en pocos días y LinkedIn cerró el grifo de entrada y salida de datos por los miedos que suponía ese uso de sus bases de datos por parte de terceros, para unas finalidades de dudosa aceptación social.
Y con todo esto, Internet se hizo móvil. Leer mr »
Dorsey es un tipo brillante. Creó Twitter. Creó Square. Imagino a los profesores de Stanford avergonzados al escucharle: Dorsey no hizo ningún MBA, y en 5 minutos te cuenta lo que necesitas para dirigir una compañía. Esta es una de las mejores lecciones sobre liderazgo empresarial que he oído en mi vida*. Créeme.
*Invertí 10 meses de mi vida en hacer un PDG en el IESE.
Según este estudio a +40.000 usuarios, el porcentaje de adolescentes activos en Facebook se contrajo un 9% y un 7% en Youtube, mientras que en Twitter solo un 3%. Twitter también es el espacio social predilecto (27%) para el colectivo joven por delante de Facebook (23%) cuando se les pregunta directamente.
Las causas atribuidas a este fenómeno, recogidas por MarketWatch, por distintos especialistas y académicos, me han parecido relevantes: Leer mr »
Hoy hemos estado en sesión de debate y reflexión, sobre el presente y el futuro de la comunicación entre personas y marcas, a iniciativa de la empresa de transporte urgente ASM. Esta tipo de actividad corporativa resulta de gran importancia para que una marca no pierda el pulso de la realidad que le rodea. Una realidad que le acerca a los consumidores, sus clientes.
Hace ya unos años, en los inicios de la profesionalización de los medios sociales, analizábamos si todo el mundo tenía que “estar” en estos medios. Era una reflexión fundamentada en dos criterios: el momento de exploración del entorno digital, y la duda sobre si algunas profesiones ‘especiales’ debían interactuar como unos usuarios más, profesiones como la de profesor, abogado, juez o médico..
Head of @LEWISPRspain Devoted to communications, Social Media Maven (they say),eager beaver and curious about almost everything. @Mapasonor @TwestivalBCN